Ezequiel y Rocío conocen la ubicación del “Huerto de la empatía” en La Casita de Cristal de La Casa Grande de Martiherrero, dónde se desarrollará un gran trabajo emocional con l@s chic@s que forman parte de ella.
Somos una Institución que lleva 55 años (se fundó en 1965), atendiendo a personas con discapacidad intelectual. Actualmente, damos servicio a 128 personas, a través de diferentes programas; contamos con la financiación de los Servicios Sociales para todas las necesidades básicas, pero no cubre “los sueños” ni “las cartas a los Reyes Magos”. Por ello, donde no llegan la Administración ni las familias de nuestros usuarios, afortunadamente aparecen en escena Fundaciones, que convierten en realidad proyectos casi inalcanzables.
El privilegio de magnitudes bellísimas de jardines, las que nos hicieron ver la necesidad de tener un “pequeño” espacio personal, para que cada usuario y grupos reducidos, “cultiven su interior” con ayuda del gabinete psicológico en un
contenedor “transparente” que será “La casita de Cristal” y donde cultivar plantas aromáticas con charlas terapéuticas.
Como herramienta terapéutica estimula los sentidos, optimiza la memoria y concentración, aumenta la autoestima, reduce la depresión, facilita las relaciones y el trabajo en equipo, reduce la agresividad y ayuda a la recuperación física, mejorando en definitiva, la calidad de vida.
Investigaciones sobre los sentidos, descubren que la exposición a entornos naturales, y por ende, a las plantas, tiene un efecto restaurador en la capacidad del cerebro, optimizando la memoria y fomentando la concentración, resultando eficaces para dormir, mejorar la cognición y percepción.
El proyecto está destinado a todos los usuari@s de La Casa Grande de Martiherrero, 128 personas con discapacidad intelectual
Esta entrega forma parte de la colaboración entre nuestro club y la obra social de La Caixa, en nuestra provincia de Ávila.